Esos momentos en los que te apetece perderte en una
isla desierta y caminar toda la noche a la orilla del mar, ensimismarte en tus
reflexiones y alejarte de todo lo demás. Relajarte con el ir y venir de las
olas mientras una brisa te alborota el pelo.
Ahora mismo necesito eso. Un lugar en el que poder
aislarme y recomponerme un poco.