Y ya no lo recordarás... el lugar pasará a la historia y
quedará en un rinconcito de tu memoria.
Pero si algún día buscas entre los cacharros viejos de tus
recuerdos, encontrarás cosas que quizás te parezcan interesantes.
O quizás no.
Si los desempolvas, en ésos, en los recuerdos más viejos, en
los que más abajo y más olvidados estén, ahí lo encontrarás: la casa grande de
la pared cubierta de hiedra, tan verde y espesa que no se distingue el color de
la pintura, la mansión que está entre los matorrales; en el salón blanco, el
que da al jardín del árbol viejo, junto a la gran ventana junto a la gran
chimenea, en el hueco de los zapatos, justo debajo de la escalera de caracol.
Escrito por Irene